Las raíces de la planta son fundamentales para explorar el suelo y absorber agua junto con nutrientes minerales. Una raíz fuerte y bien desarrollada mejora considerablemente la eficiencia de absorción, reduciendo así la necesidad de aplicar fertilizantes NPK de forma adicional. Además, las raíces son el lugar donde se producen muchas de las hormonas que regulan el metabolismo, participando en funciones esenciales como la división y el engrosamiento celular, la elongación y el desarrollo de los frutos.
El calcio, por su parte, contribuye a la resistencia y adaptación de la planta. Al ser un elemento esencial en la pared celular, este mineral mejora la permeabilidad, incrementando la firmeza, calidad y durabilidad postcosecha del fruto.
Este abono natural es perfecto para la plantación de árboles y arbustos, ya que promueve un enraizamiento sólido, estimula la floración y potencia la producción de frutos, impulsando un crecimiento saludable y productivo en cada etapa de desarrollo.
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